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Hazte Amigo de Tu Apatía

A veces ocurren tantas cosas que no son correctas o justas que nos volvemos apáticos e intentamos convencernos de que nada importa. Puedes convertir tu apatía en iniciativa realizando algunas actividades físicas del tarro de meneo. Desplázate hacia abajo para empezar a practicar.

Tu Práctica:

 

 

 Primero, haz la mayor volteada de ojos que puedas hacer y luego haz que todo tu cuerpo la haga también.

(De verdad, ¡pruébalo!)

 

 

A continuación, pellizca suavemente alrededor de la parte exterior de las orejas 6 veces.

 

 

A continuación, gira los hombros de lado a lado 5 veces.

 

 

A continuación, mira hacia arriba y nombra lo que ves.

 

Y para terminar, respira profundamente 5 veces para reducir tu apatía al tamaño de una gominola. (Activa el sonido y pulsa el play.)

 

 

 

Ahora pregúntate: "¿Por qué soy apático? ¿Alguien sigue haciendo algo que no está bien? ¿Sigue ocurriendo algo que no es justo?" 

Aunque te sientas impotente, PUEDES cambiarlo. Sólo hace falta un poco de energía. 

 

Detrás de la apatía suele haber mucha rabia y resentimiento, que tienen mucha energía para ayudarte a hacer un cambio. Intenta ponerte en contacto con estos sentimientos e identificar lo que te molesta. A continuación, averigua qué tienes que decir o hacer para restablecer tu situación.

 

Puedes decir:

"Ya no lo haré" o "he cambiado de opinión".

 

Ganarás valor a medida que vayas avanzando, así que lo único que tienes que hacer es empezar.

 

Está bien sentirse apático.

 

Tu apatía está aquí para ayudarte a descubrir lo que NO quieres, para que puedas cambiar tu situación e ir a por las cosas que realmente quieres y necesitas.

 

Ya lo tienes.

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