Primero, haz un baile feliz durante 15 segundos.
(De verdad, ¡pruébalo!)
A continuación, haz 17 Jills de salto.
A continuación, gira los hombros de lado a lado 6 veces.
A continuación, gira con los brazos abiertos.
Y para terminar, haz 3 respiraciones tranquilizadoras.
Ahora, tengamos curiosidad: ¿Qué sensaciones sientes en tu cuerpo? ¿Te sientes con energía? ¿Oscilaciones? ¿Como si tuvieras ganas de reír o de bailar? ¿Qué notas?
Si te sientes culpable por tu felicidad, recuerda que hay suficiente felicidad para todos. Se te permite ser feliz. La felicidad ayuda a tu cuerpo a descansar y a restablecerse. Por eso es tan importante disfrutar de tu felicidad.
También: No puedes obligar a la felicidad a estar aquí. ¡Por eso este momento es especial!
Cuando llegue la felicidad, hazle un hueco. La felicidad surge de la satisfacción tranquila y te permite estar plenamente presente, ser flexible y generoso.
¡Tómate tu tiempo para saborearlo y DISFRUTARLO!