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Hazte Amigo de Tu Pánico

Cuando ocurren demasiadas cosas, demasiado rápido, puedes empezar a sentir pánico. Menea tu pánico para convertirlo en perseverancia realizando actividades físicas del tarro de meneo. Desplázate hacia abajo para empezar a practicar.

Tu Práctica:

Cuando tengas pánico, lo mejor que puedes hacer es ir más despacio y respirar. La clave es alargar tu exhalación todo lo posible. Además, frunce los labios como si quisieras enfriar una taza de chocolate caliente. Utiliza esta animación para hacer 5 respiraciones lentas y reducir tu estrés.

(Activa el sonido y pulsa el play.)

A continuación, si necesitas moverte, sacude los brazos y las piernas como si quisieras quitarte algo pegajoso.

A continuación, intenta tocar con el pulgar cada uno de los dedos, de uno en uno.

Y luego concéntrate en este punto, o cierra los ojos y respira profundamente durante el tiempo que necesites.

Vuelve a la lista de emociones.